Dicen que para olvidarte tengo que viajar a Marte, hacer 300 años de terapia y decidir, dejar que pase el mes de Abril, juntar todas las hojas del otoño. Dicen que para olvidarte hay que tener en el bolsillo un almanaque sin domingos, un crucero y navegar en un océano sin mar, tomarse toda el agua de la lluvia. Y en realidad, hay cosas que no voy a olvidar como tus ojos de soledad, la tarde que los hice llorar...
Si no te olvido, dicen que puede doler mucho más de lo que duele *
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