Perdonar es liberarnos de ese pensamiento, de ese recuerdo, y poner límites de una vez y decirle a esa persona: Perfecto, fue maravilloso conocerte, hoy comprendo lo que me enseñaste, hoy comprendo la lección que me diste. Y ahora, gracias, pero no te quiero más en mi vida. 
Perdonar no es olvidar, es recordar sin dolor, sin amargura, sin la herida abierta; perdonar es recordar sin andar cargando eso, sin respirar por la herida, entonces te darás cuenta que has perdonado.

Perdonaselo todo a quien nada se perdona a sí                    mismo.